Capilla San Severo
La Capilla San Severo es considerada la atracción turística más popular de Nápoles. Es casi imposible no darse cuenta de este edificio, porque junto a él siempre hay una gran cantidad de personas que quieren ver la capilla desde dentro.
Historia de la Capilla San Severo
Fue construido a principios de 1590 y su creación está asociada a verdaderos milagros. Los vecinos cuentan que un día, en el edificio que alguna vez fue la Capilla de San Severo, encadenaron a un preso y lo acusaron de asesinato, pero era inocente. Este hombre notó el yeso desmoronado en la pared, y la imagen de la Virgen María apareció milagrosamente en este lugar. Después de lo que vio, juró que si se hacía justicia durante el juicio y era declarado inocente, entregaría al templo un obsequio en forma de un medallón de plata. Fue absuelto, tras lo cual el ex preso cumplió su promesa.
Por cierto, no fue la única persona que vio el rostro de la Santísima Virgen en las paredes del antiguo edificio. Una experiencia similar tuvo el primer duque local, Giovanni Francesco Paolo de Sangro, quien, al ver el rostro de la Santísima Virgen, pronunció una oración, tras la cual logró curarse de una grave enfermedad. En agradecimiento a la Santísima Virgen, el duque construyó un templo en el lugar de un edificio en ruinas.
Secretos que han llegado hasta nuestros días
Hay muchas leyendas asociadas con la Capella San Severo, una de las cuales dice que el edificio es parte de la Virgen María y alguna vez fue considerado un templo masónico. Al estudiar la disposición de los elementos decorativos de la capilla, los científicos pudieron descubrir varios símbolos cifrados que utilizaban los masones en la antigüedad, lo que confirma la leyenda. Pero el principal milagro que se guarda en la Capilla de San Severo son las numerosas obras de arte, la más popular de las cuales es Cristo bajo el sudario. La escultura fue creada por un joven escultor de la época, Giuseppe San Marino, que en el momento de su creación aún era un creador desconocido. Es una obra tan sorprendentemente delicada y talentosa que es difícil mirarla; todos los pliegues, como la tela, son como piedra.
Pero no sólo esta escultura es digna de atención. También son de gran interés en la Capilla de San Severo esculturas como “Educación”, “Amor Divino”, “Decencia”, “Castidad”, “Extracción del Encantamiento” y otras creaciones igualmente sorprendentes. Todos ellos pueden sorprender incluso a los críticos más exigentes, porque dada su antigüedad, es difícil imaginar cómo se podría realizar un trabajo así.