Fuerte Breendonk
Fort Breendonk es uno de los campos de concentración que existieron durante la guerra. El objeto fue creado por el ejército belga y hoy sirve como un recordatorio constante de lo inhumanas que pueden ser las personas entre sí. El museo está abierto todo el año para visitas de 9:30 a 17:30, además de los residentes locales, aquí vienen turistas.
Descripción
El 19 de agosto de 1947, Fort Breendonk fue declarado monumento nacional y alberga un museo en memoria de las víctimas del campo de concentración. El museo tiene una gran colección de fotografías a su disposición. El edificio fue construido a 20 kilómetros de Amberes en 1906, su tarea era defender la ciudad de los alemanes. A principios del siglo XX, la fortificación ya no tenía una ventaja tan significativa, por lo que ya en la Primera Guerra Mundial fue rápidamente ocupada por los enemigos.
Ante los tanques, los muros del fuerte se rindieron con bastante rapidez y Amberes cayó bajo ocupación en 1940. Pero la fortificación fue apreciada por la Policía Política Gestapo de la Alemania nazi, y así se decidió el destino de Fort Breendok. Aquí traían a los que, en opinión del ejército de Hitler, eran criminales. Los motivos del arresto podrían ser casi cualquier cosa. Se construyeron cuarteles separados para retener a los judíos, donde no permanecieron por mucho tiempo; más adelante en la etapa fueron enviados a Auschwitz y Buchenwald. El trato a los prisioneros era terrible, palizas; a diferencia de otros campos, aquí no había cámaras de gas.
Historia
Según los datos de archivo conservados, en Fort Breendonk había alrededor de 3.500 prisioneros, algunos de los cuales encontraron la muerte en este lugar. Cuatrocientos nombres están grabados en las paredes del fuerte en memoria de los asesinados. En 1944 Bélgica fue liberada. Los prisioneros del fuerte fueron liberados y la propia fortaleza se convirtió en un lugar de detención para los colaboracionistas, los traidores y los que permanecieron fieles a la ideología nacionalista. Posteriormente, todos fueron trasladados de aquí y condenados. El jefe del campo de concentración, Philipp Schmitt, fue condenado a muerte.
Museo
Ya en 1947 se inauguró en Fort Breendonk un museo nacional para las víctimas de los campos de concentración. Aquí todo permanece intacto desde entonces: muebles, paradas de autobús, enseres domésticos de los presos, alambres de púas y rejas. Numerosos pasillos, puertas cerradas, muchos símbolos de esa época. En vitrinas de cristal se encuentran maniquíes con uniformes de soldados alemanes. Casi todas las habitaciones son accesibles para su inspección, incluso el enorme baño.
El museo tiene una gran colección de fotografías de esa época, que siempre causan una fuerte impresión en los visitantes. Representan escenas de la vida en el campo, retratos de prisioneros, fotografías de oficiales y soldados nazis. Una visita a Fort Breendonk suele dejar un sentimiento de tristeza e injusticia. Puedes llegar desde la ciudad en autobús regular o en tren desde la estación central, pero luego tendrás que cambiar de tren y llegar al museo en autobús.