Royal Pavilion
Hoy en día, el Royal Pavilion es un monumento arquitectónico de grado II que alberga un Museo con más de un millón de exhibiciones de todo el mundo, una biblioteca de libros raros, algunos de los cuales datan del siglo XIII, y Salas de exposiciones que presentan exhibiciones locales, nacionales e internacionales. El Royal Pavilion, también conocido como Brighton Pavilion, es la atracción más visitada de Brighton, atrayendo a más de un millón de visitantes cada año.
Palacio de la alegría del rey
Debido a su mala salud, a Jorge IV se le aconsejó ir a Brighton, donde compró la pensión "London by the sea". El rey puede haber sido un hombre extravagante, pero su búsqueda para hacer del pabellón real una obra de arte decadente ayudó a Brighton a prosperar. Su presencia ha tenido un gran impacto en la prosperidad y el desarrollo social desde la década de 1780. Gracias a George y su maravilloso Palacio, hemos visto cómo la población de Brighton creció de 3.620 habitantes en 1786 a 40.643 en 1831.
Venta de pabellón
La reina victoria visitó Brighton por primera vez en 1837, lo que deleitó a los residentes de Brighton. Sin embargo, el Palacio de la alegría de su tío mayor, la hizo sentir incómoda. Finalmente decidió que el pabellón no era lo suficientemente grande para ella y su creciente familia, y en 1850 vendió el Palacio por £ 50, 000 a la ciudad de Brighton. Esta decisión se ha convertido en clave para la industria turística de la ciudad, transformándola de un establecimiento privado a uno público. ¡Ahora el pabellón real es visitado por 400, 000 personas cada año!
Cambios militares
Durante la primera guerra mundial, el complejo del pabellón real fue utilizado como un hospital militar para soldados heridos. De 1914 a 1916, más de 4.000 pacientes indios pasaron por el hospital. Esto requirió alteraciones significativas. Además de los quirófanos, se crearon nueve cocinas de tres tipos diferentes: una para comedores de carne; una para musulmanes y otra para vegetarianos.
El regreso de la grandeza pasada
La restauración sufrió un fracaso en forma de incendio en 1975. El ataque dañó gravemente la sala de Música y tardó 11 años en reparar el daño. La misma habitación sufrió durante una fuerte tormenta en octubre de 1987, cuando una bola de piedra perforó el techo. En la restauración del pabellón participaron personas talentosas que mantuvieron el pabellón real en buenas manos, salvándolo más de una vez de la demolición.