Catacumbas de Roma
Las Catacumbas de Roma son una red de catacumbas antiguas que se utilizaron como lugares de enterramiento, principalmente durante el período paleocristiano. Cada año se convierten en un imán de atracción para todos los viajeros amantes del misticismo y los secretos. La mayoría de los pasillos subterráneos siguen siendo inaccesibles para los turistas comunes, pero lo que hay es suficiente para obtener las impresiones más extraordinarias.
Historia de las Catacumbas de Roma
En el siglo XVI, cuando se construía la carretera de Salaria, se descubrieron túneles urbanos cuidadosamente excavados en las cercanías de Roma. Inicialmente, se creía que las catacumbas servían como una especie de almacenes de alimentos en caso de un asedio imprevisto de la ciudad o como simples cortes de travertino, con los que se construyeron los edificios más bellos de la Ciudad Eterna. Pero un estudio más detallado de las comunicaciones subterráneas refutó esta idea. Las catacumbas de Roma fueron antiguas necrópolis que aparecieron aquí en el siglo I a.C.
Se supone que estos entierros antiguos aparecieron en relación con la prohibición de las autoridades anteriores de enterrar a los muertos dentro de la ciudad. Los aristócratas y comerciantes comenzaron a construirse tumbas lujosas, y la gente corriente tuvo que contentarse con lo que tenía a mano, o mejor dicho, bajo sus pies. El suelo local también contribuyó a esta decisión: las rocas volcánicas resistieron bastante bien a los antiguos picos y palas y también mantuvieron bien las formas previstas.
Continuando con el tema
Un poco más tarde, con la llegada del cristianismo, aquí, además de los ciudadanos comunes y los seguidores comunes de la nueva enseñanza, comenzaron a ser enterrados mártires y santos, convirtiendo gradualmente los accesos en lugares de culto. En la cima, por razones obvias, de alguna manera no era muy seguro cantar oraciones. Por cierto, los templos subterráneos y sus habitantes (vivos y muertos) no eran perseguidos por las autoridades: el reino de los muertos se consideraba inviolable.
Poco a poco, las catacumbas de Roma se convirtieron en enormes ciudades subterráneas, en las que unas 500.000 personas encontraron la paz eterna. Los entierros cesaron en el siglo V d.C. y durante los siglos siguientes los túneles subterráneos se utilizaron como lugares de peregrinación. Luego ellos también fueron olvidados.
Breve descripción
A lo largo de los estrechos túneles, que divergen en todas direcciones, hay nichos rectangulares donde fueron llevados los cuerpos de aquellos que abandonaron el mundo. La mayoría de las veces, cada una de estas habitaciones estaba destinada a una familia. Se otorgaron tumbas individuales a los santos, cuyos restos se cubrieron con una losa, que luego sirvió como una especie de altar. A veces, estos entierros estaban decorados con arcos en los que estaban grabados símbolos cristianos o pintados frescos.
Lo interesante es que en las catacumbas de Roma los temas seculares y religiosos conviven de manera bastante pacífica, por lo que se puede evaluar el desarrollo de los dos tipos de bellas artes a lo largo de varios siglos. La profundidad de algunas estructuras subterráneas alcanza los 30 metros y la longitud total es de aproximadamente 170 kilómetros. Es cierto que los viajeros sólo pueden visitar 5 corredores y, en ese caso, sólo acompañados por guías. Sin embargo, las Catacumbas de Roma están completamente seguras e incluso ligeramente restauradas.