Selva Negra
La Selva Negra es una cordillera situada en el suroeste de Alemania. Está casi completamente cubierto de coníferas, por lo que es claramente visible incluso desde lejos. Es este pintoresco rincón el "corazón" de la famosa localidad de Baden-Baden, que reúne anualmente a miles de turistas de diferentes países.
Características de la Selva Negra
La cordillera de la Selva Negra tiene una longitud impresionante y ocupa una parte importante del espacio libre a lo largo del valle del Rin. Las montañas de la Selva Negra están densamente cubiertas de hayas, pinos y otras coníferas, por lo que visualmente parecen colinas, aunque este efecto es algo engañoso. Además, el monte Feldberg (1493 metros) es el punto más alto de Alemania, si no se tienen en cuenta los Alpes.
En cuanto al tamaño del macizo de la Selva Negra, su longitud es de 158 km y su anchura máxima es de 60 km. Las vertientes occidentales, dirigidas hacia el Rin, se consideran las más altas y cubiertas, aunque existen diferentes tramos. A veces las montañas simplemente se elevan suavemente, formando terrazas naturales únicas. Estas plataformas de observación permiten a los turistas disfrutar plenamente de la belleza de las atracciones locales.
Área acuática y clima
Pocas personas saben que es en la Selva Negra donde nace el Danubio, uno de los ríos más majestuosos de Europa. Cerca de la pequeña ciudad de Donaueschingen confluyen varios arroyos de montaña que forman un potente chorro de agua. Los residentes locales incluso erigieron un monumento para perpetuar de alguna manera su atractivo natural.
La cascada de Triberg en el río Gutach también merece una atención especial. En general, se acepta que esta fuente cura muchas dolencias y no es inferior en eficacia a los lagos minerales. Incluso los antiguos romanos extraían agua de manantiales, tratando de obtener una medicina única. Tales acciones de nuestros antepasados estaban plenamente justificadas, ya que las sustancias biológicamente activas eran bien absorbidas por el cuerpo, dando a la persona un suministro adicional de fuerza y energía.
El clima de la Selva Negra complementa el concepto general del complejo, cuyo objetivo es lograr el máximo confort. En verano puedes esconderte del calor sofocante a la sombra de las coníferas, y en invierno puedes sobrevivir tranquilamente al frío. Las lluvias en la Selva Negra son raras, al igual que los vientos racheados. Como resultado, el aire fresco, saturado de iones cargados negativamente, mata por completo todas las bacterias dañinas, lo que tiene un efecto positivo en el bienestar de los viajeros. Por lo tanto, no es sorprendente que el complejo se haya vuelto ampliamente conocido en todo el mundo.