Cueva de los cristales
No hace mucho tiempo, en el desierto de Chihuahua, que pertenece a México, se descubrió una cueva increíble. Este hallazgo, ubicado a una profundidad de 300 metros, contiene enormes cristales que son de origen natural.
La cueva de cristal fue descubierta en el año 2000, aunque la gente la conocía desde alrededor de 1794. Incluso entonces, aquí se trabajó activamente en la extracción de minerales naturales, entre los que se encuentran la plata, el zinc y el plomo. Pero la mina se cerró a principios del siglo XX y, con el tiempo, se olvidó de ella. Solo en el año 2000 fue encontrada por arqueólogos, quienes sin duda se encargaron de su investigación. El hallazgo es simplemente sorprendente por el Tamaño de los cristales de selenita que se encuentran allí. Estos montículos naturales alcanzan los 15 metros de largo y su diámetro es de aproximadamente un metro. Estos gigantes naturales pesan alrededor de 50 toneladas.
Los profesionales que estudiaron la cueva creen que los cristales se formaron hace más de medio millón de años, cubiertos por una capa de agua. Su formación se produjo en un lugar donde escapaban aguas termales, de diferentes temperaturas, saturadas de oxígeno. Durante más de mil años, estas condiciones fueron óptimas para la formación de cristales de gran magnitud.
La selenita también tiene otro nombre que suena como "piedra lunar". Este es un tipo muy hermoso de yeso, que tiene la apariencia de una sección blanca, que se asemeja a la luz de la Luna. Esta raza fue nombrada en nombre de la diosa de la Luna, que tenía el nombre de Selene.
El cristal está dotado de muchas cualidades, entre ellas curativas y metafísicas. Las personas que admiran incansablemente esta maravilla de la naturaleza han dado a la cueva de Cristal el nombre de "Capilla Sixtina de los cristales".
Pero bajo una apariencia encantadora, la cueva también esconde el peligro que puede representar para los humanos. Esto se ve facilitado por la alta humedad y la alta temperatura, que está en la marca de más de 50 grados Celsius. Es por estas razones que en el medio de la cueva es muy perjudicial para la salud estar más de diez minutos sin usar equipo especial.
Al viajar por México, no se puede visitar la Cueva de los cristales y ver esta belleza con sus propios ojos. Los cristales increíblemente grandes de la cueva se pueden admirar desde numerosas fotografías como confirmación de que realmente existen. Y como se prevé, después de completar su trabajo de investigación, esta cueva se inundará de agua, ya que el bombeo es un asunto costoso.