Estatua de Cristo Redentor
En la hermosa ciudad de Río de Janeiro, que pertenece a Brasil, hay una enorme estatua de Cristo Redentor. Esta figura inusual con los brazos abiertos se encuentra sobre la ciudad, como si tratara de abrazarlo y protegerlo de toda adversidad. La altura de la estatua alcanza los 38 metros, que incluye un podio de ocho metros; la cifra pesa aproximadamente 1145 toneladas y el alcance de sus manos es de 28 metros.
En 1921, comenzó la historia de este enorme monumento. En honor al centenario de la independencia de Brasil, el alcalde de Río de Janeiro, que era la capital del país en ese momento, anunció una competencia por el mejor símbolo de la nación. La idea original de la figura, en forma de un gran Cristo con las manos extendidas en diferentes direcciones, fue propuesta por el artista Carlos Oswaldo. La propuesta fue diseñada por el ingeniero local Eitor da Silva Costa. Para que la apariencia de la estatua se convierta como vemos hoy, se organizó una colección de dinero, donde el arzobispo mismo se conectó. Como resultado, se recolectaron 2.2 millones de vuelos para construir la estatua de Cristo Redentor.
Para construir la estatua de Cristo Redentor, tomó nueve años más recaudar dinero. La construcción comenzó en 1922, y su finalización tuvo lugar en 1931. El material de la figura es hormigón armado, así como piedra de jabón. Las tecnologías de aquellos tiempos en Brasil no permitieron traducir el dibujo de la estatua en realidad, por lo que la figura terminada fue entregada desde Francia, y aquí solo estaba montada y montada en un pedestal de piedra.
La estatua de Cristo Redentor fue inaugurada en 1931. Desde este año hasta hoy, siempre está lleno de gente aquí, una multitud de turistas tiene prisa por mirar la cifra más alta que todo el mundo conoce. Después de superar 220 escalones que conducen al podio de la estatua, los viajeros tienen vistas panorámicas de los lugares pintorescos de la ciudad, que incluyen las hermosas playas de Ipanem y Copacabana, el popular estadio de Maracana, así como una bahía irresistible, a la que linda una montaña con el nombre Sugar Head.
Un pequeño tren se acerca a la cima, que corre a lo largo del ferrocarril, que es el primero en Brasil.
Para elevarse a un nivel con la cabeza de la estatua, puede usar un recorrido en helicóptero, que le dará, además de la hermosa vista, también sensaciones indescriptibles.