Museo del Chocolate en Bruselas
El Museo del Chocolate de Bruselas fue creado para aquellos que aman comer chocolate o beber cacao. Este es un claro recordatorio de que el chocolate belga está reconocido como uno de los mejores del mundo. En la capital de Bélgica, los turistas tienen la oportunidad de ver con sus propios ojos las características y la historia del famoso chocolate y cacao belga. Puedes venir aquí con toda la familia.
Características del Museo del Chocolate de Bruselas
Durante mucho tiempo, Bélgica ha ocupado el lugar que le corresponde como “rey” del chocolate. Hay que decir que el país ocupa con razón ese lugar, ya que fue aquí donde se inventaron los primeros dulces y bombones. El Museo del Chocolate de Bruselas fue inaugurado a principios del año 2000 por la familia Learde, que fundó toda una red de museos similares en París, Praga y Ciudad de México. La familia lleva mucho tiempo promocionando el chocolate belga, además de atraer nuevas inversiones en este tipo de actividad. Actualmente, el Museo del Chocolate de Bruselas es visitado cada año por miles de turistas que admiran no sólo el sabor del chocolate, sino también el divertido ambiente de la atracción.
Información para visitantes
El proceso de visitar el Museo del Chocolate en Bruselas se puede dividir en varias etapas: visitar el museo por su cuenta o realizar una visita guiada. El visitante puede familiarizarse con la historia del descubrimiento y desarrollo del chocolate, así como con los tipos y variedades de los granos de cacao. También hay salas donde se muestra todo el proceso de elaboración del chocolate y su envasado en bonitos envoltorios. Los huéspedes tienen la oportunidad única de degustar chocolate fresco y participar ellos mismos en su producción. Detrás de cada mostrador con recipientes para hacer chocolate, con las herramientas que se utilizan para hacer chocolate, hay stands especiales con información y videos que explican claramente todos los procesos. El Museo del Chocolate en Bruselas es un verdadero “tesoro” para los amantes de los productos dulces, aquí se puede ver el proceso de elaboración de los famosos dulces belgas, además de probar diferentes tipos de chocolate y comprarlos en la tienda cercana al museo. Normalmente vienen aquí grupos grandes, algunos de ellos son familias con niños.